La otra guerra perdida de Estados Unidos en Afganistán: el opio.
- Bruno Sosa
- 19 may 2019
- 2 Min. de lectura
Desde 2001 cuando EEUU intervino en Afganistán, ha destinado 1.500 millones de dólares en la lucha contra el opio, pero el negocio lejos de mermar se ha multiplicado.
A fines de 2017 se llevaron a cabo bombardeos de última tecnología contra laboratorios productores de heroína bajo control de los talibanes. Sin embargo, la llamada en ese momento "Operación Tempestad de Acero" que incluyó 200 bombardeos, no era lo que parecía ya que más allá del gasto que implicó, no trajo resultados contra la red de drogas del país asiático.

El florecimiento de la industria de la heroína
El opio es uno de los componentes fuertes del conflicto en Afganistán, la que resulta hasta hoy la guerra más larga en la historia de EEUU.
Las ganancias que genera la producción de heroína, son utilizadas para el financiamiento talibán y otros grupos como Al Qaeda e ISIS; además, de corromper a la sociedad civil afgana.
El cultivo de la amapola es algo de lo más comun en Afganistán, los cultivadores no ocultan lo que hacen, la siembra y recolección de la amapola, de la que obtienen la savia para la producción del opio y la heroína. El procedimiento: la noche anterior se corta el bulbo de la flor y a la mañana los trabajadores recolectan la savia que chorreó de las flores en la madrugada.

Cuatro días antes de que Estados Unidos lanzara la operación, la oficina de Drogas y Crimen de la ONU anunció que el cultivo de amapolas, en solo un año, creció 120.000 hectáreas. Cuando la coalición de la OTAN invadió el país, en octubre de 2001, las amapolas crecían en no más de 74.000 hectáreas. En 15 años, la producción creció hasta 4 veces, habiendo hoy 328.000 hectáreas cultivadas. Además, el proceso también ha tenido cambios, antes la savia de opio se disecaba y se enviaba fuera del país, donde era refinada y convertida en heroína. Ahora, la mitad del opio se transforma allí mismo en morfina o heroína.

Los efectos en Estados Unidos.
Este crecimiento de la producción coincide con la lucha dentro del país norteamericano para controlar la droga. Más de 2 millones de estadounidenses han sido catalogados como adictos a los opiodes y las sobredosis son la principal causa de muerte en el país, por encima de los accidentes de tránsito y las muertes violentas por armas de fuego.
La epidemia comenzó con la adicción de las medicinas para calmar dolores, pero como las leyes se han endurecido los adictos se pasaron a la heroína y además a una droga sintética como el fentanilo que es una droga 50 veces más potente que la heroína.

El mayor productor de opio mundial es Afganistan, donde se estima que el 90% de la heroína del mundo proviene de allí; lo que significa que nutre el 95% del mercado europe y a 90% de Canadá, pero sorpresivamente, la heroína norteamericana proviene en su mayoría de Mexico y sudamerica.
La producción de la heroína
Según los expertos la producción no es un proceso industrializado. La heroína es producida en conjuntos de viviendas simples, y como involucra la producción de gases tóxicos, suelen estar ubicados en zonas rurales o espacios abiertos.

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