top of page

El Lava Jato empieza a mancharse: Una investigación periodística planta dudas en la operación.

  • Foto del escritor: Bruno Sosa
    Bruno Sosa
  • 10 jun 2019
  • 4 Min. de lectura

Un reportaje del diario "The Intercept Brasil" señala que el ex juez Sergio Moro, hoy ministro de Justicia del Gobierno de Bolsonaro, y el fiscal del caso Lava Jato, Deltan Dallagnol, intercambiaron mensajes de texto durante la investigación del caso, lo que resulta prohibido por la Constitución y el Código Penal de Brasil. La Operación Lava Jato se caracterizó por la unión del trabajo de fiscales federales y el juez Moro en un solo equipo. Este aceleró las pesquisas y juicios que condenaron a más de 100 peronas, entre ellas al ex presidente de Brasil Luiz Ignacio Lula da Silva, quien cumple su condena en Curitiba desde hace un año.

Lo que revela el diario es que el actual ministro de Justicia orientabalas investigaciones del jefe de la Lava Jato para facilitar las condenas. El diario tuvo acceso amensajes que intercambiaron los integrantes del proceso. Los archivos muestran que Moro sugería fuendes, orden de las operaciones y tenía un papel indirecto para coordinar los procesos que luego el mismo juzgaría.

El reportaje cuestiona la imparcialidad del ministro cuando era el responsable del juicio en primera instancia de casos de corrupción en Curitiva. Entre ellos el del departamento de Lula en el balneario de San Pablo, supuestamente comprado con dinero de sobornos en contratos con la estatal Petrobras.

En las conversaciones privadas que consiguió "The Intercept" Moro recomendó al fiscal que cambiara el orden de una de las etapas de investigación, pidió agilidad en las operaciones y dió consejos y pistas informales, ademas de anticipar al menos una decisión.

"La Constitución estableció el sistema acusatorio, por el que las figuras de fiscal y juez no pueden mezclarse. El juez debe analizar de forma impracial los argumentos de la acusación y de la defensa", afirma The Intercept.

El reportaje describe varios ejemplos de las conversaciones. Uno de ellos es un mensajed e 21 de febrero de 2016 que habría enviado Moro "Hola, ante las últimas maniobras, tal vez sea oportuno invertir el orden de las dos etapas", escribió el juez.



El reportaje destaca una conversación entre el juez y el fiscal sobre la decisión de romper el secreto de las grabaciones hechas con autorización judicial al expresidente Lula, que vincularon a la entonces presidenta Rousseff justo cuando se creía que Lula iba a ser nombrado ministro, en marzo de 2016, lo que se interpretó como un intento del Partido de los Trabajadores de dar inmunidad parlamentaria al exmandatario durante la investigación judicial. “La decisión de abrir [hacer públicos los mensajes entre Lula y Dilma] se mantiene incluso con el  nombramiento, ¿confirma?”, preguntó Dallagnol en un mensaje. A lo que Moro respondió: “¿Cuál es la posición del MPF [Ministerio Público Federal]?”. La respuesta: “Abrir”. El episodio fue duramente criticado en el mundo jurídico. Moro fue amonestado por un ministro del Supremo por haber expuesto las comunicaciones. 

Departamento de Lula

Moro también mantuvo conversaciones privadas con Dallagnol sobre el caso del apartamento del Guarujá. El reportaje afirma que el fiscal no estaba seguro de la denuncia, especialmente después de una polémica rueda de prensa de septiembre de 2016, a la que Dallagnol llevó una presentación de Power Point en el que el nombre de Lula aparecía como blanco de varias flechas que le señalaban como el “maestro de una gran orquesta concertada para robar a la hacienda pública” y “el comandante máximo” de la trama de desvíos de Petrobras.

Esto fue tema del intercambio de mensajes con Moro. “La denuncia está basada en muchas pruebas indirectas de autoría, pero no cabe decir eso en la denuncia y en la comunicación evitamos ese punto”, escribió el coordinador de la Lava Jato al juez. “No se comprendió en la larga exposición sobre el mando del esquema que era necesaria para imputar por corrupción al expresidente”, reclamó. The Intercept afirma que dos días después de ese intercambio de mensajes, Moro respondió: “Definitivamente, las críticas a la exposición son desproporcionadas. Siga firme.”

Casi un año después de ese intercambio de mensajes, el juez Moro consideró que el expresidente Lula cometió los crímenes de corrupción pasiva y lavado de dinero al ser el beneficiario de 3,7 millones de reales (cerca de 845.000 euros al cambio actual) en sobornos indirectos de la constructora OAS, que reformó el triplex para ofrecérselo al político a cambio de contratos de la petrolera estatal.

La acción criminal de un pirata informático

Los integrantes de la operación Lava Jato han respondido rápidamente a las revelaciones de The Intercept. El Ministerio Público Federal de Paraná ha informado en una nota de que sus miembros fueron víctimas de un ataque informático. “La acción vil del hacker invadió teléfonos y aplicaciones de fiscales de la Lava Jato usados para comunicaciones privadas y de interés para el trabajo y se suplantó la identidad de algunos de sus integrantes. No se conoce aún la extensión de la invasión, pero se sabe que fueron obtenidas copias de mensajes y archivos intercambiados en charlas privadas y de trabajo”, afirmó el MPF.

Entre las informaciones obtenidas ilegalmente estarían documentos y datos sobre estrategias e investigaciones en marcha, además de rutinas personales y de seguridad de los integrantes del grupo de trabajo y de sus familiares. Los fiscales han confirmado que mantuvieron a lo largo de los últimos cinco años “discusiones en grupos de mensajes sobre diversos temas, algunos complejos, en paralelo a las reuniones personales que les dan contexto”. El Ministerio Público destaca que “muchas conversaciones, sin el debido contexto, pueden dar margen a interpretaciones equivocadas". La fuerza también reclamó que The Intercept no hizo “ninguna solicitud de aclaración" antes de la publicación.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page